sábado, 7 de marzo de 2009

Semana de la cultura japonesa en Panamá




Hace una semana, venía yo saliendo de la biblioteca cuando se me ocurrió leer en el tablero donde ponen los eventos. Resulta que había un poster pegado, que decía que la semana que venía se llevarían a cabo eventos sobre cultura japonesa en la Biblioteca Nacional. Habría exposiciones de aikido, kendo, talleres de origami, cursos de idioma japonés, demostración de ceremonia del té, del juego GO, bailes tradicionales y mucho más. La idea me emocionó en sumo grado, pues yo pensaba que en mi país (Panamá) jamás se tomaría en cuenta la cultura japonesa (y al final me terminé enterando que todos los años hacen eventos así).

Pensé en ir o no ir, pero al final me decidí a ir, pues siempre me escapaba de todo lo bueno que podía hacer por tímida. No tenía con quien ir, pero decidí que eso no iba a ser una excusa para que yo faltara.

Vale, pero cuando fui, y vi la entrada llena de japoneses (cosa inaudita y que jamás había visto en mi vida) me puse nerviosa. Ya sé que les parecerá estúpido, pero me pongo nerviosa ante cualquier cosita. Y me daba vergüenza pasar por ahí, lo admito. No podía entrar a la biblioteca porque había un grupito por ahí. Pues al final, me fui al extremo de unos estacionamientos a hacer algo tan torpe (y que no tenía razón para hacerlo, sólo lo hacía por nervios) de sacar el móvil. Y realmente no sabía que iba a hacer. De repente llegó mi antiguo profesor de historia y me gritó: ''¡No busque tanto!". Yo me estremecí y muy nerviosa y torpemente le respondí: ¡Ah, hola!

Supongo que él fue mi salvación. Lo vi entrar a la biblioteca sin vacilar (pues claro...) y yo también me armé de valor y le seguí.

Al entrar en la sala del primer piso, me tocaba las manos, las uñas, cruzaba los brazos, me acercaba a algunas páginas con información sobre Japón torpemente para calmar mi fobia a estar rodeada de mucha gente que no conozco.

Pues bueno, mi profesor de acercó a mí y conversamos un rato (aunque claro, él conversó más que yo mientras yo me quedaba callada, asintiendo). 

Al final se disculpó para saludar a unos colegas, y me dejó sola. Miraba hacia todos lados, esperando que apareciera alguien que conociera. Y al final pasó, me encontré a mi salvadora número dos, una conocida del colegio con la que sólo llegué a hablar una vez. Se me acercó y me presentó a su amigo. 

Así empezó nuestra jornada. El amigo de ella no estaba tan interesado, pero nosotras estabamos muy emocionadas, especialmente mi amiga. 

Primero, la inauguración de la ceremonia empezó con las palabras del Embajador de Japón en Panamá, Su Excelencia Makoto Misawa. Todavía no tenía la suficiente confianza en el lugar como para ponerme a grabar un video, así que simplemente lo escuché muy atenta.

Luego, nos fuimos a un rincón de la sala para ver la presentación de japoneses y algunos voluntarios extranjeros que bailaron una danza tradicional. Lo hicieron todo muy bien y divertido. Después de eso hubo una exposición de kimonos, todos muy lindos por cierto. Le tomé una foto a eso, y mi sensación de comodidad en el lugar aumentó tanto que tomé algunas fotos y filmé un video sobre eso.



Luego de eso, la tan esperada Ceremonia del Té que mi amiga quería ver. Es larga y muy cuidadosamente preparada. La gente estaba aglomerada, rodeando el lugar, y yo apenas pude tomar un video. La verdad es que era una lástima, era una ceremonia muy linda, pero la gente que estaba al frente mío a propósito y no le importaba que estuviese filmando me daban ganas de empujarles -.-

Después de eso hubo una exposición de kendo y aikido. Debo admitir que esta fue mi parte preferida de todas, hicieron unas demostraciones espectaculares. En kendo, se presentaron unos niños japoneses que practicaban en la Academia Japonesa de Kendo, junto con adultos que llevaban más de 10 años practicándolo. Mostraban las diferentes áreas en las que se podían dar golpes: en las muñecas, en el abdomen, en la garganta, y justo en la cabeza.
Cuando llegó el turno de los adultos de hacer la demostración, pasó algo un tanto gracioso: justo antes que empezaran, el profesor que explicaba todo se disculpó que la mayoría eran niños practicando en la exposición y dijo que esto era porque los adultos tenían un mejor control de la altura.  Luego, los dos hombres japoneses procedieron a hacer las demostraciones, y uno levantó la espada muy alto y se rompió el techo (que era hielo seco por cierto). A mucha gente la causó gracia, pero la verdad es que nadie le dio importancia, jeje.

Luego hicieron la demostración de Aikido en la cual participaron dos hombres experimentados y dos muchachas jóvenes. En esta última aprendí que no todo depende de fuerza; los golpes se centran en atacar las articulaciones.

Al fin, salimos con mis amigos a comer algo, que ya estabamos bastante hambrientos. Nos quedaban unas dos horas de receso. Sólo pasamos 1 hora afuera, cuando volvimos resulta que ya habían empezado las clases de japonés y origami T.T Esa era la razón principal por la que había venido mi amiga y la verdad es que era uno de los puntos que más me entusiasmaba. Pero ni modo. Mi amiga y yo fuimos a un rincón donde estaban probando los yukatas (kimonos de verano) al público. Yo no me lo probé, pero mi amiga si que lo hizo y le quedó muy bien. Es una tela muy fresca y cómoda. Mientras páseabamos por la sala, prestamos un poco de atención de lejos a las clases de japonés. Mi amiga, mientras tanto, merodeaba por ahí pidiéndole una foto a los adultos japoneses que encontraba xD Yo me ofrecí a tomarlas, y la verdad es que todos son muy gentiles y amables.

Al final, no había nada más que hacer, sólo la demostración del juego del GO, pero la verdad es que estabamos muy cansados y mi amiga se tenía que ir. Al final nos despedimos y el amigo de mi amiga resultó muy interesado en la cultura japonesa (pues según él, había venido obligado XD).

La verdad es que fue todo un día. Me encantó ir a conocer más sobre la cultura japonesa y cada vez me convenzo más que tengo que estudiar allá, sea como sea. Los japoneses son personas muy tratables, gentiles y pacíficas. Su cultura, que data de miles de años, es rica en historia y en costumbres. Es la razón por la que los admiro tanto.

Esto sólo fue el primer día de lo que queda de la Semana Japonesa. El domingo 8 de marzo también habrá exposiciones pero no es en la Biblioteca, por lo que no pienso ir.
Sin embargo estaremos asistiendo el resto de la semana, y el sábado iremos a ver unas películas japonesas que patrocina la Embajada de Japón. Una es ''La Princesa Mononoke" y otra es de Doraemon. Trataré de escribir una entrada acerca de esto :D

También les dejo una foto de algunas cosas triviales de las que tomé fotos.

En esta, los arreglos florales japoneses y un cuadro de caligrafía japonesa. (Perdonen la calidad, es que tuve que achicar la imagen para que pudiese caber en la entrada >.<)



Acá, una exposición de libros sobre Japón (cuando termine la semana de la cultura japonesa, los voy a sacar y me los voy a leer todos XD):



Y por último, ''sugetsu'', unos arreglos florales muy lindos que estaban casi a la entrada de la sala:



Pues bueno, me despido. Un saludo y gracias por leerme.


P.D. Pido mil disculpas por las fotos, se ve que no se tomaron completas xD El blog no las visualiza enteras y las corta por defecto. Y no podía achicarlas más. Lo siento mucho >.<








miércoles, 4 de febrero de 2009

Historia de la diosa-Sol de la mitología sintoísta: Amaterasu (天照)


Un mito sintoísta dice que mucho tiempo atrás el dios Izanagi "se lavó el ojo izquierdo, y así nació la gran diosa Amaterasu, la diosa del Sol". Más tarde, Susanowo, el dios de los mares extensos, asustó tanto a Amaterasu que ella "se escondió en una cueva rocosa del cielo y cerró la entrada con un peñón. El mundo entero quedó sumido en la oscuridad".
De modo que los dioses idearon un plan para hacer que Amaterasu saliera de la cueva. Juntaron gallos cacareadores que anuncian la mañana e hicieron un espejo grande. En los árboles sakaki colgaron joyas y tiras de tela.

Entonces la diosa Ama no Uzume empezó a bailar y a golpear una tina con los pies. En su danza desenfrenada se quitó la ropa, y los dioses se echaron a reír. Toda esta actividad despertó la curiosidad de Amaterasu, quien se asomó y se vio en el espejo. El reflejo la hizo salir de la vueva, e inmediatamente el dios de la Fuerza la tomó firmemente de la mano y la sacó de donde estaba. "Una vez más el mundo se iluminó los rayos de la diosa-Sol".

______

-Fuente: New Larousse Encyclopedia of Mythology.

martes, 3 de febrero de 2009

El Sintoísmo, la religión del Japón



El sintoísmo (shinto= es predominantemente una religión japonesa. Según la Nihon Shukyo Jiten (Enciclopedia de religiones japonesas): "La formación del sintoísmo casi se identifica con la cultura étnica japonesa, y es una cultura religiosa que nunca se practicó por separado de esta sociedad étnica".  A todo esto hay que destacar que el sintoísmo carece de doctrinas claras, de teología detallada y de un fundador.

La historia de cómo empezó

La designación japonesa "shinto" para el sintoísmo surgió en el siglo VI E.C como medio de distinguir del budismo (que estaba infiltrándose en Japón) la religión local. La religión de los japoneses existía antes de que llegara el budismo, pero era una religión del subconsciente, que consistía en costumbres y hábitos populares. Sin embargo, la introducción del budismo hizo que la gente se diera cuenta de que aquellas costumbres populares constituían una religión japonesa, a diferencia del budismo, que era una religión extranjera.

Es difícil decir con exactitud cuándo empezó el sintoísmo original. Con el advenimiento del cultivo  de tierras húmedas para la producción del arroz, fue necesario tener comunidades bien organizadas y estables para cultivar la tierra, y se desarrollaron ritos agrícolas que después desempeñaron un papel importante en el sintoísmo. Aquellos pueblos primitivos concibieron numerosos dioses de la naturaleza, y los reverenciaron.

Además de esta reverencia, el temor a las almas de los difuntos dio origen a ritos con que se procuraba apaciguarlas. De esto con el tiempo se desarrolló la adoración de los espíritus ancestrales. Según el sintoísmo, un alma que ha partido todavía tiene su personalidad y se mancha con la contaminación dela muerte inmediatamente después de morir. Cuando los que están de duelo ejecutan ritos de conmemoración, purifican el alma del que ha muerto hasta el punto de librarla de donde inclinación al mal, y esa alma adquiere un carácter apacible y benévolo. Con el tiempo el espíritu del antepasado asciende a la posición de una deidad ancestral o guardiana.

Se creía que los dioses de la naturaleza y los dioses ancestrales eran espíritus que flotaban en el aire y lo llenaban. Durante las festividades la gente invocaba a los dioses para que descendieran a los lugares que específicamente hubieran sido santificados para aquella ocasión. Se decía que los dioses habitaban temporalmente en shintai (objetos de adoración como árboles, piedras, espejos y espadas). Los chamanes o médium presidían en los ritos en que se invocaba a los dioses.

Es difícil decir con exactitud cuándo empezó el sintoísmo original. Con el advenimiento del cultivo  de tierras húmedas para la producción del arroz, fue necesario tener comunidades bien organizadas y estables para cultivar la tierra, y se desarrollaron ritos agrícolas que después desempeñaron un papel importante en el sintoísmo. Aquellos pueblos primitivos concibieron numerosos dioses de la naturaleza, y los reverenciaron.

Además de esta reverencia, el temor a las almas de los difuntos dio origen a ritos con que se procuraba apaciguarlas. De esto con el tiempo se desarrolló la adoración de los espíritus ancestrales. Según el sintoísmo, un alma que ha partido todavía tiene su personalidad y se mancha con la contaminación de la muerte inmediatamente después de morir. Cuando los que están de duelo ejecutan ritos de conmemoración, purifican el alma del que ha muerto hasta el punto de librarla de donde inclinación al mal, y esa alma adquiere un carácter apacible y benévolo. Con el tiempo el espíritu del antepasado asciende a la posición de una deidad ancestral o guardiana.

Se creía que los dioses de la naturaleza y los dioses ancestrales eran espíritus que flotaban en el aire y lo llenaban. Durante las festividades la gente invocaba a los dioses para que descendieran a los lugares que específicamente hubieran sido santificados para aquella ocasión. Se decía que los dioses habitaban temporalmente en shintai (objetos de adoración como árboles, piedras, espejos y espadas). Los chamanes o médium presidían en los ritos en que se invocaba a los dioses. A veces una montaña entera, como el monte Fuji, era visto como un shintai.




Gradualmente, los "lugares de aterrizaje" de los dioses, lugares purificados temporalmente para las fiestas, adquirieron carácter más permanente como tales. La gente construía santuarios para los dioses benévolos, los que aparentemente bendecían a sus adoradores. Al principio la gente no tallaba imágenes de los dioses, sino que adoraba los shintai, en los cuales se decía que residían los espíritus de los dioses. Con el tiemp los dioses fueron tantos que los japoneses desarrollaron la expresión yaoyorozu no kami, que literalmente significa "ocho millones de dioses". Hoy esa expresión se usa para significar un "sin número de dioses", pues la cantidad de deidades sintoístas sigue aumentando.

A medida que las ceremonias sintoístas fueron concentrándose en santuarios, cada clan veneró a su propia deidad guardiana. Sin embargo, en el siglo VII E.C., cuando la familia imperial unificó a la nación, elevó a su diosa-Sol, Amaterasu Omikami, a la posición de deidad nacional y la hizo la figura central de los dioses del sintoísmo. Con el tiempo se presentó el mito de que el emperador era descendiente directo de la diosa-Sol. Para fortalecer esa creencia, en el siglo VIII E.C. se compilaron dos prominentes escritos del sintoísmo, el Kojiki y el Nihon shoki.
Estos libros contenían mitos que ensalzaban a la familia imperial como descendientes de los dioses, lo que ayudó a establecer la supremacía de los emperadores.

Los japoneses en general no podían menos que adorar al emperador bajo el sintoísmo estatal y su sistema imperial. La enseñanza de Norinaga Motôri (No preguntes nada, sino sométete a la providencia divina) dominaba el pensamiento japonés. En 1941 toda la nación fue movilizada para el esfuerzo bélico de la II Guerra Mundial bajo la bandera del sintoísmo del estado y en dedicación al "hombre-dios viviente". Los soldados y sus familias pedían a sus dioses guardianes que les concedieran éxito en la guerra. 



Sin embargo, cuando Japón fue derrotada en 1945 bajo los golpes gemelos de la aniquilación atómica de Hiroshima y gran parte de Nagasaki, el sintoísmo afrontó una crisis severa. De la noche a la mañana el supuestamente invencible gobernante divino Hiro-Hito llegó a ser sencillamente el derrotado emperador humano. La fe de los japoneses quedó aplastada. El kamikaze le había fallado a la nación. Una de las razones para ello fue la desilusión que experimentó la nación al verse traicionada. Peor todavía, el mundo del sintoísmo no dio ninguna explicación religiosa bien pensada y apropiada para las dudas que surgieron debido a la derrota. De ahí que la reacción religiosa inmatura de 'No hay dios ni Buda' se hiciera tendencia general.

Sin embargo, hoy en día, el sintoísmo está tan inextricablemente entretejido con la vida cotidiana japonesa que la gente casi no se da cuenta de que ese sistema existe. Para los japoneses el sintoísmo es menos una religión que un elemento del ambiente que no estorba, como el aire que respiran. 

Fiestas relacionadas con el sintoísmo

El año de los japoneses está lleno de festividades religiosas, o matsuri. A continuación se da una lista de las principales:

  • Sho-gatsu, o la Festividad del Año Nuevo, del 1 al 3 de enero.
  • Setsubun: se arrojaban habichuelas dentro y fuera de los hogares, mientras la gente grita: "Diablos, afuera; buena suerte, adentro". 3 de febrero.
  • Hina Matsuri, o Festividad de las Muñecas, para las niñas, celebrada el 3 de marzo. Se despliega una plataforma con muñecas, en representación de una casa imperial antigua.
  • La Festividad de los Niños, el 5 de mayo; se ondean Koi-nobori (tiras de carpa que simbolizan fortaleza) atadas a palos.
  • Tsukimi; se admira la luna llena del otoño, mientras se ofrecen pequeñas tortas redondas de arroz y las primicias de las cosechas.
  • Kanname-sai, el emperador ofrece el primer arroz nuevo, en octubre.
  • Ninnami-sai es una celeberación de la familia imperial en noviembre, cuando el emperador, quien preside como sacerdote principal del sintoísmo imperial, prueba el nuevo arroz.
  • Shichi-go-san, que significa "siete-cinco-tres", es una festividad celebrada por las familiares sintoístas el 15 de noviembre. El siete, el cinco y el tres se consideran años importantes de transición, niños en kimonos de vistosos colores visitan el santuario de la familia.
  • También se celebran muchas festividades budistas, entre ellas el cumpleaños de Buda, el 8 de abril, y la Festividad Obon, el 15 de julio, que termina cuando se hace que unas linternas floten en el mar o en un río "para guiar a los espíritus ancestrales de regreso al otro mundo".

lunes, 2 de febrero de 2009

Cosas que no deben hacerse en Japón

 Japón es uno de los tantos países del Oriente que tienen costumbres diferentes a las nuestras. Muchas de estas costumbres podrían no pasarse por nuestra cabeza ni una sola vez, por lo que es conveniente conocerlas si pensamos visitar Japón.

 He aquí una lista de las cosas que van en contra del comportamiento social en Japón:

 

- A la hora de comer en un restaurante, no se debe dejar propina. Esta es una de las más conocidas, pero mucha gente la ignora. Si usted deja propina, podría aparentar superioridad y se considera como un insulto.

 - Al brindar, no se debe usar el famoso “chin-chin”. En Japón es una expresión vulgar que se utiliza para denominar a los órganos genitales masculinos. Se acostumbra a decir “Kanpai”.

 - Al usar los trenes, no se debe empujar. Por más increíble que parezca, hay personal contratado para hacer esto.



- Al ir en tren, es considerado de mala educación hablar en voz alta o comer. En los metros japoneses la gente viaja en silencio.  

- Fumar en las calles está prohibido menos en las “smoking areas”. Si las autoridades competentes le ven, podrían ponerle una multa.


- Es de mala educación pisar los tatami.  

- Al beber con compañeros/amigos usted debe servir primero a ellos y de último a su persona.  

- Esto probablemente no sea de mala educación, pero no es apropiado poner salsa de soya sobre las bolas de arroz.  

- Si usted va en la calle con un grupo de amigos, procuren no hablar demasiado alto. Este tipo de comportamiento llama mucho la atención. 

- Es de mala educación sonarse la nariz en público. Si usted va a hacerlo, es preferible que lo haga en los baños.  

- En Japón la gente no acostumbra a besar o abrazar al saludar. Mejor haga un estrechón de manos, que es un saludo internacional.  

- Usted no debe dejar sobras al comer en un restaurante. Es de mala educación, y además, le cobran. 

- Y por último, no dejan entrar a los baños termales (onsen) a las personas que tienen tatuajes, ya que ésto está relacionado con los yakuza (más o menos un tipo de mafia) y la gente podría asustarse.

domingo, 1 de febrero de 2009

Poemas de Genji Monogatari: 「源氏物語の歌」

He terminado de leer el primer volumen de Genji Monogatari. Mientras lo leía, decidí hacer una compilación de los poemas que más me gustaron. He aquí una lista:

「Jamás podría elegir uno entre los numerosos colores que florecen tan alegremente, y, no obstante, el clavel silvestre que toco es el más hermoso de todos」

「Todo cuanto ahora siento no lo había sentido jamás, como la luna al alba se desvanece ante mis ojos en los cielos ilimitados」

「Nunca como esta noche tales rocíos han caído sobre mis húmedas mangas, aunque he conocido en mi vida muchos sombríos otoños」

「Se oscurecen los mismos cielos donde la que durante tanto tiempo fue mía se convirtió en nubes y lluvia, y los aguaceros invernales aumentan la melancolía celeste」

「Es muy triste que las flores caigan con tal rapidez; no obstante, ¡oh, primavera huidiza, vuelve y cubre la ciudad con la elegancia de tus pétalos!」

「Cada vez añoro más los lugares que dejé. ¡Cuánto os envidio, olas que retornáis!」

「Desde lejos la vi pero jamás pude arrancar esa rama, causa de mis suspiros, que aún la echo de menos, floreciente a la luz del atardecer」

sábado, 31 de enero de 2009

Genji Monogatari 「源氏物語」




En estos últimos días, adquirí el máximo exponente en literatura japonesa: Genji Monogatari (o la Historia de Genji). Para informarme más de esta novela que es considerada como la primera psicológica del mundo, investigué un poco en Internet. No había mucha información respecto al libro en sí o de la autora. El libro que yo adquirí, de la editorial Atlanta, edición de Royall Tyler y traducción de Jordi Fibla, contiene en sus primeras páginas una guía introductoria para orientar al lector respecto al contexto en el que se lleva a cabo la novela. Escribiré algunos datos que se muestran en el libro.

El contexto 

La historia de Genji toma lugar durante la era Heian (794-1185).

Una de las máximas ambiciones de muchos caballeros de alcurnia que pueblan el mundo de La Historia de Genji, cuando la corte se hallaba en la ciudad imperial que es la Kyoto de hoy, era la de ofrecer una de sus hijas al emperador o al príncipe heredero. Por esta razón, normalmente el emperador tenía una serie de relaciones reconocidas con mujeres, no tanto por codicia sexual como por el hecho de que se requería de él que hiciera accesible su prestigio, de una manera relativamente amplia, a los miembros más encumbrados de la aristocracia. Por debajo de su única emperatriz (chûgu), tenía varias consortes (nyôgo), y en su nivel aún más inferior, cierto número de íntimas (kôi). Su dama encargada del personal (naishi no kami), que en teoría era una funcionaria del palacio en la práctica también podía ser una esposa subalterna. Estas mujeres imperiales no estaban en un pie de igualdad. Normalmente, la emperatriz se elegía entre las consortes, pero en modo alguno todas las consortes tenían esperanzas realistas de alcanzar semejante éxito, y las íntimas no tenían ninguna en absoluto. El rango que les correspondía por su origen era demasiado bajo, y carecían del necesario apoyo político.

Genji, el héroe de la narración, es hijo del emperador y de una íntima que ha perdido a su padre y careace de toda clase de apoyo, más allá del afecto personal que le profesa el emperador. Eso no es suficiente. El emperador anhela nombrar a Genji príncipe heredero en lugar del primogénito, que es hijo de una consorte, pero sabe que la corte jamás lo aceptaría. En consecuencia, desea apartar a Genji de la familia imperial dándole un apellido (los emperadores japoneses no tienen ninguno), de manera que pueda prestar sus servicios en el reino como plebeyo y funcionario de alto rango del gobierno.

El nombre que recibe, Minamoto, fue impuesto por primera vez al hijo de un emperador histórico en 814, por lo que conlleva unas asociaciones apropiadas. Cuando el muchacho lo recibe de su padre, se convierte en un ''Genji'', es decir, un portador del nombre (ji) Minamoto (gen es otra lectura de mismo ideograma). Esta estratagema le permite pertenecer a ambas esferas, la imperial, y la plebeya, y por lo tanto le aporte máximas posibilidades como personaje.

Algunos lectores contemporáneos insisten en que La Historia de Genji trata menos de mismo Genji que de las mujeres que pueblan el relato, de sus sentimientos, sus experiencias y sus destinos. No obstante, es a Genji a quien la narración regresa una y otra vez durante su vida. Es, por así decirlo, su hogar.


Su autora

 El nombre de la autora es desconocido, pero se reconoce mundialmente como Murasaki Shikibu. En el libro hay una breve descripción de lo que pudo haber sido de la vida de la autora y algunos datos curiosos:

Murasaki Shikibu nació hacia 973, en el seno de una familia aristocrática de un nivel medio que era proveedora de los gobernadores provinciales. Se trataba de la familia Fujiwara, muy amplia, y en algunas de sus otras ramas, poderosísima, pero no hay constancia de su nombre propio, puesto que Murasaki Shikibu es un sobrenombre. Shikibu, que significa "gabinete del ceremonial", se refiere a un cargo que en cierta época ocupó su padre, mientras que "Murasaki" es el nombre de su heroína de ficción. El padre, Fujiwara no Tametoki (fallecido en 1029), sirvió como gobernador en las provincias de Harima, Echizen y Echingo, y era también especialista en lengua china. Ella contrajo matrimonio en 998 ó 999, y quedó viuda en 1001. 

Su hija Katako (o Kenshi), más adelante conocida como Daini no Sanmi, nació probablemente en 999 y debió de morir hacia 1080 Más o menos en 1006, Murasaki Shikibu fue destinada al servicio de la emperatriz Akiko (o Shôshi), sin duda, debido a su talento como narradora. El último dato que se tiene de ella es de 1013, y es posible que muriese el año siguiente. Además de la Historia de Genji, dejó unos fragmentos de diario (Murasaki Shikibu nikki, gran parte de los cuales describen acontecimientos ocurridos en palacio en 1008) y una colección personal de poenas (Murasaki Shikibu shû), probablemente compilada después de su muerte.